El sector turístico se resigna ante una Semana Santa de mínimos, debido a los cierres perimetrales en España y las restricciones en otros países europeos por la covid-19, pensando ya en la temporada de verano, que confía en que sea mejor.
En el caso de Canarias, casi el 70 % de su planta alojativa está cerrada y las ocupaciones no superan el 15 % en la que está abierta.