El Cabildo de Gran Canaria, a través de la Consejería de Arquitectura y Vivienda y de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC), ha culminado las obras de rehabilitación del edificio de la Fundación Puertos de Las Palmas, en Las Palmas de Gran Canaria. Un proyecto en el que se han invertido 985.377 euros y que posibilitará que el inmueble albergue espacios de formación y de trabajo de empresas en distintas etapas de maduración.
La consejera de Arquitectura y Vivienda, Concepción Monzón, pone en valor la cooperación de las dos áreas para materializar esta iniciativa. “De esta manera”, asegura, “se culmina un proyecto de trabajo colaborativo, en el seno del Cabildo de Gran Canaria, con el que se contribuye a mejorar e impulsar el desarrollo económico de Gran Canaria, por medio de la adecuación de las instalaciones existentes, con criterios de calidad y flexibilidad, para adaptase a la demanda de estos usos.”
Se trata de un encargo de la SPEGC al Servicio de Arquitectura de la Corporación Insular, que requería la distribución en 1.400 m2 repartidos en dos plantas del edificio, situado en el Muelle Sanapú del Puerto de la Luz y de Las Palmas, propiedad de la Autoridad Portuaria de Las Palmas y cedido a la Sociedad. El objetivo era adecuar los espacios de oficinas, salas de formación y zonas comunes, y dotarlos de flexibilidad para adaptarlos a diversas necesidades.
El Servicio de Arquitectura ha sido el encargado de redactar el proyecto, así como de la dirección y ejecución de las obras, que se iniciaron en junio de 2021, tras ser licitadas por la SPEGC, y que han contado con la cofinanciación de una subvención de 500.000 euros, que otorgó la Secretaría de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda a la Corporación grancanaria.
El diseño de las instalaciones se ha planteado de tal manera que, en caso de que se divida al máximo posible la superficie disponible para oficinas (50 locales), cada una tendrá su propio contador y derivación individual de agua sanitaria y electricidad y su conexión individual a la red de saneamiento, lo que abre la posibilidad de que cada local disponga de aseo y, asimismo, facilita la gestión flexible del espacio, para propiciar su ocupación y oferta a los proyectos que se instalen en las mismas.
Tras la rehabilitación, el edificio consta de oficinas, que constituyen el uso principal, y de salas de reuniones, asociadas a esas oficinas. Dispone, además de office-comedor o zona social, dos salas de formación, aseos, cuarto de limpieza y recibidor. Además, se ha semiacondicionado un local para su posible uso como espacio de realidad virtual. Todo ello se ha realizado con las prestaciones acústicas idóneas, durabilidad y con la dotación de un carácter diferenciado a cada espacio, dada su función específica, que a la vez es sobrio y adaptable a distintos usuarios.
Asimismo, se ha mejorado sensiblemente su aislamiento térmico, mediante la instalación de estores y sustitución de vinilos de control solar, de modo que la distribución de usos propuesta trata de optimizar al máximo las características de lo existente, destinando las zonas con mejores condiciones de iluminación natural a oficinas, mientras que las zonas más oscuras se dedican a puntos de servicio y salas de formación.