Lanzarote volvió a ser el centro de la gastronomía del Atlántico con la celebración del Festival Enogastronómico Saborea Lanzarote en la Villa de Teguise. En un fin de semana repleto de actividad, el festival ofrecía ponencias, degustaciones, catas de vino, y mucho más, en los diferentes espacios que lo conformaban.
El Aula Gastronómica acogió ponencias y demostraciones culinarias, donde los aficionados a la gastronomía pudieron disfrutar de la ponencia que impartió la chef madrileña Pepa Muñoz, del restaurante El Qúenco de Pepa.
TC ¿De dónde le nace su amor por la cocina y la gastronomía?
PM: Pues la verdad es que soy autodidacta. Mis padres tenían un negocio gastronómico, un pequeño bar, y de ahí me viene, casi accidentalmente, teniendo que ayudar a la familia surgió esa pasión que me lleva a estar cada día más enamorada de ella.
TC: A lo largo de su carrera, ¿ha experimentado desigualdad en comparación con sus compañeros de profesión?
PM: Por parte de mis compañeros nada, no puedo decir nada malo de ellos, porque, al contrario, siempre me han dado y respetado mi sitio. Es más, por lo que hay alrededor, se percibe de forma indirecta más que por el propio gremio. Ahora hay muchísimas más mujeres de las que aparecen. Tenemos hoy aquí esta aula y creo que está bastante equiparada entre hombres y mujeres. La situación ahora ha cambiado mucho, si es que el talento no tiene género, y vamos todos de la mano. Al final nos necesitamos unos a otros.
TC: ¿Cuál diría que ha sido su receta para el éxito?
PM: Son tres: trabajar, trabajar y trabajar. No hay otra.
TC: ¿Cuál es su compromiso con el uso del producto local y de cercanía?
PM: El producto local es un pilar importantísimo para mi, en mi cocina, en mi negocio y en mi día a día, incluso en mi casa el producto local es fundamental. Y es que tenemos que hacerlo así, porque ayudando al producto local, ayudamos a muchísimas otras cosas y tenemos mejor producto, de mejor calidad y más cercano, podemos ser además más competitivos en los precios. Hay más beneficios de los que tenemos que ser más consientes, y además que es buenísimo el producto local porque se cuida de otra manera.
TC: ¿Con qué producto relaciona la gastronomía canaria?
PM: Ahora ya lo pronuncio bien: la papa arrugada. Antes lo decía mal y me querían matar. Papa arrugada. Creo que es el que más se nos viene a todos, aparte de todo lo que tenéis porque en Canarias sois muy ricos en productos. Desde aceites, vinos, quesos, pimientos, tenéis muchísimas cosas.
TC: ¿Podría contarnos su experiencia colaborando con la ONG World Central Kitchen?
PM: La ONG del chef José Andrés, liderada por él, donde yo comencé en la pandemia y ya me es imposible desvincularte de esta ONG que está vinculada muy gastronómicamente y donde se ve la labor que hacemos por todo el mundo. Todas las personas caen en cuando una emergencia en muchas cosas, pero no se cae en que hay que dar de comer a la gente, que hay niños, personas mayores, mucha gente trabajando, no solo policías o bomberos, que tienen que estar alimentados porque si hacen jornadas, y están días sin dormir, es muy necesario tener un plato de comida. En un día lo puedes perder todo: tu casa, tu familia, que es mucho peor. Y es que un caldo, un plato de comida caliente, te alimente el alma. En este caso alimentas el alma más que el estómago. Es una forma de gastronomía de dar un abrazo a la persona que te necesita en ese momento con un plato de comida.
