El Gobierno de Canarias ha hecho público un informe (puede verlo en la parte inferior de esta página) en el que se esclarece que el riesgo que puede suponer la futurible línea de Puerto del Rosario – Tarfaya no es mayor que el que existe para el resto de las conexiones que existen con Marruecos.
Canarias y Marruecos están conectadas por cinco puertos diferentes desde las ciudades de Tánger, Casablanca, Aaiún, Safi y Agadir. Todas estas vías conectan el país africano con el archipiélago canario a través del Puerto de la Luz en Las Palmas y el Puerto de Arinaga en la isla de Gran Canaria, el Puerto del Carmen, en Lanzarote y con el puerto de Santa Cruz en la isla de Tenerife.
Ninguna de estas líneas ha supuesto un problema hasta ahora, y sí parece serlo cuando hablamos de establecer una nueva conexión entre Canarias y Marruecos, y que esta se haga desde Fuerteventura.
En el documento publicado por el Gobierno canario se establece que los riesgos que puede entrañar esta línea “serían extrapolables a movimientos desde cualquier puerto del norte de África hacia Canarias” y subrayan la importancia de “ser objeto de actuaciones preventivas”.
Si el problema fuera la importación de productos o la conectividad con África, las propias organizaciones agrarias que se posicionan en contra del proyecto de línea marítima entre Fuerteventura y Tarfaya también lo estarían haciendo con el resto de los puertos que comunican las islas con Marruecos, o estarían exigiendo políticas de regulación en los productos que llegan a las islas vía marítima.
En Canarias se movieron en 2023 casi 2 millones de toneladas de fruta, verdura y legumbres procedentes de Europa, África y América a través de conexiones marítimas con las que cuenta el archipiélago, desde hace mucho tiempo.
Que ahora se pongan los ojos sobre esta línea en Fuerteventura como un problema para la supuesta entrada de plagas no es más que una cuestión económica para el interés de algunos que hipócritamente han disfrazado de preocupación.
Como establece en el citado informe, entre las acciones de prevención de riesgos destacan el refuerzo de los protocolos de limpieza, desinfección y desinsectación de los medios de transporte marítimo y terrestre vehiculado en éste, inertizar en base a un estudio de riesgo las materias que pudieran actual como fómites, extremar la bioseguridad en los Puestos de Control Fronterizos (PCF), así como reforzar la sensibilización sobre el riesgo existente, y la vigilancia pasiva incrementando los medios destinados a la misma y a la notificación inmediata de cualquier sospecha de enfermedad en las explotaciones.