Este pasado 28 de abril, Tegueste volvió a convertirse una vez más en el epicentro del folclore y la tradición, con la celebración de la LVI Romería en honor a San Marcos Evangelista. A pesar de la lluvia ocasional, más de 10.000 personas se reunieron en este emblemático evento, en el cual las 28 carretas y carros participantes promovieron y compartieron las tradiciones de Canarias y el municipio de su forma más auténtica.
Este año se celebraba la 56 edición de esta querida Romería, pero una de sus carretas también estaba de aniversario, y es que la Carreta Pedro Álvarez cumplía 56 años saliendo en romería en Tegueste.
“Fuimos la última carreta en poner grano”, así comienza Berto Padilla, uno de los miembros fundadores, su relato sobre el origen de esta carreta. Este, junto a su mujer, Toña Melián, comparten la historia de la Carreta Pedro Álvarez y de la Romería de Tegueste, dejando entrever el gran orgullo que sienten al mantener viva esta tradición, que durante más de 50 años han ofrecido a San Marcos como ofrenda en representación de su pueblo.
“Un grupo de amigos fueron a ver la Romería de Garachico, y al volver se plantearon por qué no hacer una romería para San Marcos. Antes por las fiestas de San Marcos se llevaba el ganado a la plaza y a la placeta. Traían ganado de muchos sitios de la isla, y aquí los bendecían. No había carretas, aunque si estaban los barcos”. Los barcos de Pedro Álvarez, San Luis y Tegueste, a los que más tarde se uniría el de El Socorro.
Después de esa excursión a Garachico, ese grupo de amigos que más tarde se bautizarían con el nombre de “La Neverita”, buscó y animó a la gente a participar y dar así comienzo de una tradición que pasaría a ser seña de identidad del municipio. “Ellos buscaron para que los diferentes barrios de Tegueste participaran, Pedro Álvarez, El Socorro, El Portezuelo, San Luis… En esa primera romería íbamos cinco carretas. Nosotros éramos una parranda. Ese grupo de amigos que fueron a Garachico hablaron con nosotros porque como éramos una parranda para ver si nos animábamos y hacíamos una carreta”. Y efectivamente, la hicieron. “Ese primer año tuvimos que alquilar ropa de mago, porque no teníamos. Ellos salían a tocar por Navidad, no iban con el traje típico. El segundo año ya sí compramos ropa, pero el primero no teníamos. Los primeros años la romería no era lo que es ahora. Imagínate, la carreta nuestra la llevaba desde casa [en Pedro Álvarez] a Tegueste y la volvía a subir la yunta. Traíamos el camión de Pedro Santana a cuartear y preparar el camino, para que las vacas pudieran pasar bien por ahí”.
Y así, desempolvando la carreta que les esperaba en la finca ese grupo de amigos y familiares formaron la primera carreta de Pedro Álvarez, que marcaría un estilo a seguir aún hoy en día. “Entonces la gente tenía carretas. La nuestra la bajamos de la finca para esa primera vez. La carreta estaba en la bodega, la aprovechamos un par de años y después la fuimos arreglando, le cambiamos las ruedas…”.
Por lo general, el estilo que se puede ver en las diferentes carretas que participan en la Romería de Tegueste incluye un motivo principal, que va sobre la carreta, y diferentes chapas creadas a partir del pegue de diversos granos que cuentan una historia en relación con el motivo elegido. Sin embargo, la Carreta de Pedro Álvarez siempre tuvo un estilo propio, haciendo de la carreta un motivo en sí, buscando adaptar la propia estructura para dar vida al motivo elegido. “Antiguamente se hacían así. Antes lo hacíamos además a ojo, lo íbamos pensando mientras lo hacíamos. Nos reuníamos un par de días antes de empezar, dábamos opiniones y pues la que mejor saliera elegíamos para hacer. Hoy ya no, ahora se mide todo y se hace a escala”.
En una Romería, las carretas son sin duda alguna las principales protagonistas y, en Tegueste, especialmente por la elaboración de las chapas que adornan el lateral de estas: pegando grano hasta componer obras de arte artesanales. Aunque la primera Romería salió en el año 1969, no fue hasta los años 70 que comenzó esta popular y reconocida tradición de utilizar semillas.
“Hace más de 30 años empezó la tradición del grano, pero nosotros fuimos la última carreta en poner gran ¿Por qué esperamos? Todos éramos gente de la parranda y no habíamos pegado grano nunca. Ya cuando empezó a implicarse más la juventud, que ya habían visto como se hacía y trabajaba el grano, pues empezaron. También, bueno, algunos de los miembros originales no les atraía tanto el grano y querían continuar con la forma tradicional de hacerlas. Cuando nuestro hijo Javi empezó a hacer planos para la carreta comenzó un cambio. Con el grano empezaron ellos. Cándido y Javi tenían otra visión para la carreta, y dijeron vamos a hacer unos paneles de grano. Que las demás en Tegueste llevan grano, vamos a hacer nosotros también”.
Javi Padilla, hijo de Berto y Toña, explicaba que lo que ocurrió en la Carreta de Pedro Álvarez con la introducción del grano fue una transición, una adaptación para que tanto ese trabajo artesanal se fusionara con el grano. “La transición en nuestra carreta surge por degeneración. La carreta la tenía gente mayor, mis padres entre ellos, y toda esa gente que hacía la carreta hacían cosas artesanales, no de grano. Vieron que se estaban quedando un poco fuera de onda y solo les quedaba una alternativa. O morir o reinventarse. Ellos ya no se iban a reinventar, eran mayores y no iban a entrar al grano. ¿Qué hicimos nosotros entonces? No la cogimos como tal, sino que nos encargamos de esa parte que ellos no controlaban, que era la parte del grano. Al final ellos seguían haciendo lo que es la carreta en su conjunto, mientras nosotros nos centrábamos más en el grano. Pero esa es la principal diferencia de nuestra carreta con el resto, que nuestro motivo no es un elemento en concreto, sino el conjunto. Por eso siempre tenemos trabajo artesanal y trabajo de panel de grano. Siempre intentamos mantener el trabajo artesanal con el de panel de grano”.
Para su 56 aniversario, la carreta de Pedro Álvarez quiso recrear algo muy simbólico de la cultura de nuestras islas, y en especial, del municipio de Tegueste: el patio de una casa canaria. Específicamente, se inspiraron en una casa situada en la Plaza de la Arañita, donde se pudo apreciar lo que guarda en su interior: un acogedor patio que refleja el latido del hogar. “El motivo este año es una casa interior, abierta, es el patio de una casa típica canaria tal y como era. A esas casas antiguas nunca entrabas a la vivienda, entrabas al patio, que es lo que representa la carreta por detrás. El patio era el corazón de la casa, todas las habitaciones daban al patio”.
Aunque en la actualidad la Romería de Tegueste es una de las más populares de Tenerife, siendo la primera gran romería del calendario, no siempre fue lo que es ahora. “La Romería de Tegueste es lo que es no solo por las carretas, sino porque en los años 90 se promocionó ampliamente por parte de los carreteros”, explicaba Berty Padilla. Así estos dedicados artesanos recorrieron diferentes lugares apostando por la llegada de visitantes que apreciaran el trabajo artesanal de las carretas que participaban en esta romería. Esta colaboración, aún presente hoy en día, entre los carreteros, el pueblo y el municipio fue fundamental para consolidar la fama y el atractivo de esta querida romería. “La gente se ha interesado, ve por qué las hacemos y cómo, y es una tradición que no decae, sino que se sigue fomentando. Los carreteros todos sabemos escribir, y cada uno tiene una letra distinta, y eso es lo realmente bonito”.
Se debe destacar igualmente, otro momento clave en la historia y es cuando el Ayuntamiento de la Villa comenzó a implicarse con esta celebración. Después de esos primeros años en los que la comisión de “La Neverita” abrió el camino para comenzar con esta tradición que se ha mantenido durante más de 50 años, más y más agrupaciones se fueron sumando, entre ellos, el ayuntamiento. “La romería empezó con comisiones. Las comisiones se encargaban de organizarla, después de unos años entró el ayuntamiento. Cuando empezaron me acuerdo de que nos daban 250 pesetas. Antes la carreta se hacía porque entre nosotros poníamos dinero, y la yunta la llevaba alguien de aquí. Entonces no comprabas semillas y tantos materiales… Ahora el ayuntamiento da cada año un dinero y con ese dinero puedes hacer la carreta”.
La Romería en honor a San Marcos Evangelista de Tegueste es mucho más que una celebración, es un símbolo de identidad, de nuestra historia y creencias. Es un recordatorio de la importancia de preservar y valorar nuestras tradiciones para transmitirlas a las futuras generaciones.
Los carreteros, con su esfuerzo y dedicación, son los guardianes de nuestra historia, transportando con orgullo la esencia de nuestra cultura en cada carreta que crean con tanto esmero. Su trabajo es el hilo conductor que enlaza el pasado con el presente, recordándonos la importancia de valorar y preservar nuestras costumbres para que perduren en el tiempo y sigan siendo fuente de inspiración para las generaciones venideras.
Un agradecimiento especial a los componentes de la Carreta Pedro Álvarez 2024: Berto Padilla, Toña Melián. Toñi Jiménez, Berty Padilla, Javi Padilla, Jose Padilla, Eva Dominguez, Diana y Joel Padilla, Pili Martín, Noelia, Irene, Noemí, Yisel, Pili, José García, Cande, Fátima, José, Cándido, Diego, Manolo, Yoli, Pablo, Naima e Iker.
En cariñoso recuerdo de Juan Perera e.p.d. Con un recuerdo más que especial y sentido por nuestro Amigo y compañero que durante más de 30 años nos acompañó… y que nos dejó el pasado 20 de abril…Su sentido del humor, cariño y su mejor sonrisa…siempre estará en nuestra Carreta de Pedro Álvarez. Y muchos vecinos, vecinas y amigos que colaboran de otras formas: donativos, llevando comida para repartir…, como Juan Manuel, Fátima, Juanito…