El consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena, ha expuesto este jueves, 15 de septiembre, en Madrid la Estrategia Canaria del Hidrógeno Verde. Esta intervención se desarrolló con motivo de la celebración de la feria ‘World Hydrogen Iberia’, uno de los eventos internacionales más importantes de este ámbito de las renovables.
El responsable autonómico expuso que este documento de planificación energética establece como objetivos prioritarios impulsar esta alternativa como elemento para el suministro renovable en sectores específicos de difícil descarbonización, impulsar su uso como el principal combustible alternativo para vehículos pesados por carretera, avanzar en la definición de proyectos singulares que permitan descarbonizar el transporte marítimo y aéreo interinsular, extender su implantación en aplicaciones estacionarias para ámbitos profesionales como la industria y el turismo y destacar su uso como solución de almacenamiento a gran escala.
“Canarias es el territorio de la Unión Europea con más potencial para producir hidrógeno verde, debido a que cuenta con más horas de sol y viento que el resto de países de la UE. Esto permite que la producción con energías renovables sea más barata y, en consecuencia, la fabricación del hidrógeno, por lo que Canarias podría convertirse en el futuro en exportadora de energía”, añadió.
La estrategia remarca que la energía eléctrica usada para la producción de hidrógeno verde debe provenir de fuentes renovables en su totalidad, estableciendo necesidades de producción. El plan diseñado supondría una inversión de 719 millones de euros a ejecutar en el horizonte comprendido entre los años 2022 y 2040.
En el caso del transporte colectivo y pesado por carretera, teniendo en cuenta que el vehículo eléctrico sea capaz de copar el mercado de vehículos ligeros, se establece la necesidad de generar más de 3.000 toneladas al año de hidrógeno verde (tH2) en 2030 y más de 140.000 tH2 en 2040. Para transporte marítimo interinsular, en donde es previsible que se usen vectores energéticos como el amoníaco, se requerirían 7.000 tH2 (2030) y 60.000 tH2 (2040) para producir localmente el amoníaco necesario. Para transporte aéreo interinsular, serían necesarias aproximadamente 3.000 tH2 (2030) y 11.000 tH2 (2040), que se utilizarían para fabricar combustibles neutros en emisiones, como el queroseno sintético; y para almacenamiento a gran escala, alrededor de 9.000 tH2 en 2040, que serían devueltos a la red insular en forma de energía eléctrica.