Cada año, miles de personas se lanzan a caminar desde todas partes de Tenerife, hasta la basílica de la villa mariana, con el objetivo de rendir homenaje a la Virgen de la Candelaria, patrona de Canarias. El peregrinaje, un camino que es tanto físico como emocional, y que tiene lugar en la víspera de la celebración de la patrona, es mucho más que una manifestación de devoción religiosa, es una tradición que aúna historia, cultura, sentimientos de comunidad y conexión con la tierra.
Las raíces de la tradición nacen en el siglo XV, tras la aparición, o eso cuenta la leyenda, de la imagen de La Virgen de Candelaria a dos pastores guanches. Posteriormente se erigió una pequeña ermita en el lugar, que, con el tiempo, fue creciendo hasta convertirse en uno de los centros religiosos más importantes de toda Canarias. El acto de peregrinar a Candelaria se vincula, por tanto, a la veneración de la Virgen, cuyo nombre hace referencia a la Fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, conocida también como la Fiesta de la Candelaria, que se celebra como fiesta regional cada 2 de febrero, fecha que marca un momento crucial en el calendario cristiano y que en las islas ha adquirido un matiz especial al haber sido sumado a otras tradiciones y creencias locales.
Una vez que los caminantes alcanzan la basílica, la emoción y la devoción alcanzan su punto álgido. Agotados por el largo recorrido a pie, lo primero que suelen hacer los peregrinos es rezar a la Virgen, agradecer promesas cumplidas o tal vez pedir favores personales y familiares. Muchos de los asistentes encienden velas, se arrodillan en señal de devoción o depositan ofrendas florales. Así culmina un viaje que es tanto un desafío físico como una promesa del alma.
Para este día, el Ayuntamiento de la Villa de Candelaria oferta en su programa de fiestas la procesión cívica de la imagen hasta la Plaza de la Patrona de Canarias, un acto que este año estará amenizado por la Banda de Música Las Candelas. Tras la solemne celebración de una eucaristía presidida por Monseñor Don Eloy Alberto Santiago Santiago, obispo de la Diócesis Nivariense, acompañada por la Coral Voces Para La Esperanza Villa de Candelaria y la Orquesta de Cámara Las Candelas, los actos se cerrarán con la procesión de la Virgen por la dicha plaza y la exhibición de fuegos artificiales.
Al objeto de garantizar un trayecto seguro, las autoridades locales activarán en las próximas fechas una red de puntos de apoyo y refuerzos de transporte público. El citado dispositivo, el cual prohíbe transitar por los senderos forestales y la TF 1, de acuerdo a las medidas tomadas por el Cabildo debido a la actual ola de calor y al alto riesgo de incendio, únicamente permitirá acceder a través de dos itinerarios: el camino viejo que cubre una distancia de 21 kilómetros entre la Laguna y Candelaria, y la carretera del sur, la TF 28.
Así, año tras año, Candelaria recibe a quienes han caminado bajo el sol o las estrellas, impulsados por la fe, la gratitud o el deseo de cumplir una promesa. En cada llegada se renueva un vínculo ancestral que une a la isla entera y que convierte este peregrinaje en una de las expresiones más vivas de la devoción y la cultura canaria.
Manuel Pérez Cedrés.