TC: En estos últimos meses se han impulsado distintas iniciativas desde la concejalía. ¿Qué balance hace de las acciones desarrolladas este verano por el área de Participación Ciudadana?
FH: Ha sido un verano positivo, en el que hemos mantenido la actividad en el municipio en los 47 centros ciudadanos. Además, hemos desarrollado iniciativas que fomentan la convivencia, la salud y el ocio, como, por ejemplo, la campaña dirigida a personas mayores de 50 años, en la que participaron alrededor de 500 vecinos y vecinas. El objetivo era promover la convivencia, combatir la soledad y mejorar el bienestar físico y emocional de los participantes a través de ejercicio moderado y actividades en grupo, se desarrolló en Punta del Hidalgo y Bajamar.
No obstante, la programación más amplia y estable se concentra entre octubre y junio, cuando los centros ciudadanos vuelven a funcionar a pleno rendimiento, convirtiéndose en puntos de encuentro para la vida comunitaria. Todo esto refuerza la participación ciudadana como un eje fundamental en La Laguna.
TC: Este mes de octubre comienzan 150 talleres en 47 centros ciudadanos. ¿Qué objetivos se marcan con esta programación y qué novedades destacaría respecto a ediciones anteriores?
FH: Nuestro objetivo es que los centros ciudadanos sigan siendo espacios útiles, abiertos y con actividades que respondan a las necesidades de cada territorio. Este año hemos puesto en marcha 150 talleres en todo el municipio, con propuestas formativas, culturales, de bienestar y de ocio saludable.
Hemos trabajado especialmente en escuchar las demandas de los barrios y pueblos, adaptando la oferta y asegurando que esté bien distribuida. Se trata de que cualquier persona, viva donde viva, pueda acceder a una programación cercana y que le resulte significativa.
TC: Estos talleres están pensados para todas las edades y gustos. ¿Cómo trabajan desde el área para que la participación sea realmente inclusiva?
FH: Diseñamos la programación a partir de lo que nos trasladan los vecinos y colectivos de cada zona. Eso nos permite ofrecer actividades que realmente responden a lo que quiere la gente que no es más que formación práctica, espacios de ocio compartido, actividades creativas o propuestas orientadas al bienestar.
Lo importante es que cada persona encuentre en su centro ciudadano un lugar donde participar, vincularse y sentirse parte de su comunidad. Ese es el sentido de la participación, estar presentes en la vida diaria del municipio.
TC: Además de la oferta de ocio y aprendizaje, también han impulsado iniciativas vinculadas a la cultura local, como el taller de belenismo. ¿Qué papel juegan estas tradiciones en la construcción de comunidad?
FH: Las tradiciones forman parte de nuestra identidad colectiva y también son espacios de participación. Actividades como el taller de belenismo o proyectos como Indumenta, que hemos desarrollado en los centros ciudadanos para poner en valor la indumentaria tradicional canaria y los oficios vinculados a su elaboración, contribuyen no solo a preservar nuestro patrimonio cultural, sino también a generar espacios de aprendizaje y reconocimiento de lo que somos como pueblo.
Estas propuestas permiten mantener vivas nuestras costumbres, pero sobre todo crean lugares de encuentro entre vecinos y vecinas que comparten el cariño por lo nuestro. Apoyamos estas iniciativas porque fortalecen el sentido de pertenencia, el trabajo conjunto y la transmisión de valores comunitarios entre generaciones. La Laguna tiene una gran riqueza cultural y protegerla, compartirla y vivirla es también una forma de hacer comunidad y participar activamente en la vida del municipio.
Además, dentro de la programación de los centros ciudadanos, contamos con talleres de folclore y baile canario, que tienen una gran acogida y que permiten que nuestra música y nuestras formas de celebrar se sigan transmitiendo y disfrutando en cada barrio y pueblo.
TC: Los centros ciudadanos están en el centro de muchas de estas acciones. ¿Cómo imagina su evolución en los próximos años dentro de la vida comunitaria lagunera?
FH: Queremos seguir avanzando hacia centros ciudadanos cada vez más dinámicos y conectados con la realidad de cada barrio y pueblo. Nuestro objetivo es reforzar su papel como espacios de referencia comunitaria, con mejores recursos y más capacidad de organización para los colectivos que los utilizan.
La idea es que la ciudadanía siga sintiendo estos espacios como propios. Cuando un centro ciudadano está vivo y activo, se fortalece el barrio y se fortalece la comunidad.
TC: La Laguna es un municipio diverso, con realidades diferentes en pueblos y barrios. ¿Cómo se garantiza que todas las zonas tengan acceso equilibrado a estas iniciativas?
FH: Nuestro trabajo parte de una planificación territorial que tiene en cuenta las características de cada zona. La distribución de actividades y recursos se diseña de forma equilibrada para que todos los barrios y pueblos tengan acceso a la programación.
Mantenemos una comunicación directa con los colectivos y asociaciones para ajustar las propuestas a sus prioridades. La participación se construye desde el territorio y nuestro compromiso es que ninguna comunidad quede atrás.
TC: Las asociaciones vecinales tienen un papel importante en la cohesión social del municipio. ¿Cómo se está fortaleciendo la colaboración con estos colectivos desde la concejalía?
FH: Las asociaciones vecinales son fundamentales para la vida comunitaria. Nuestro papel es acompañarlas, facilitarles herramientas y agilizar los procesos administrativos para que su trabajo sea más efectivo.
Estamos reforzando el apoyo técnico y mejorando la coordinación entre asociaciones para fortalecer ese tejido social que tanto aporta a La Laguna. La participación ciudadana se basa en la organización y el encuentro, y ahí las asociaciones son claves.
TC: Para finalizar, ¿cuáles diría que son los principales retos de futuro del área de Participación Ciudadana?
FH: Seguir construyendo una participación ciudadana cercana, útil y adaptada a la realidad de cada barrio y pueblo. Queremos que la ciudadanía sienta que su voz tiene impacto en las decisiones que afectan a su día a día.
Continuaremos apostando por la presencia en el territorio: estar en los barrios, escuchar y responder con hechos. No es lo mismo lo que necesita Bejía, que Los Baldíos, que La Barranquera. La participación real implica entender esas diferencias y actuar en consecuencia.
